"No llego, no llego." Llamo al radiotaxi. Bajo a las corridas.
Taxista: Hasta dónde vamos, Leticia?
Yo: Hasta Las Heras y... no me acuerdo. Ahí en el banco de Boston.
Taxista: El chico de la central no me avisó que eras jóven, Leticia. Te dije "señora" por el portero eléctrico, pero con esa cara de bebé, no creo que seas señora.
Yo: ehm... gracias?
Taxista: Conocés esta música, Leticia?
Yo: ehh?
Taxista: Es ratablanca, Leticia!
Yo: ah!
Taxista: Leticia, yo tengo un hijo de 22 años, me grabó este cassette. Es buen pibe pero un vago. Vos estudiás, no Leticia?
Yo: Seh.
Taxista: Me estoy muriendo de calor, Leticia! Voy a poner el aire.
Yo: Dale.
Taxista: Tan chiquita y haciendo trámites, Leticia?
Yo: Ajá.
Taxista: Leticia, querés que te espere?
Yo: No, gracias.
Taxista: Estás segura, Leticia?
Yo: Sí.
Taxista: Bueno, Leticia, te dejo en la esquina?
Yo: Sí.
Taxista: No tenés cambio, Leticia? Te voy a matar, me sacás todo el cambio, tomá, que te vaya bien, Leticia.
Yo: Sí, igualmente, hasta luego, ah. Me llamo Patricia, no Leticia.
Taxista: !
(Mentira, pero esa fue mi pequeña venganza contra el taxista por haber manejado a 4km/h, decir mi nombre tantas veces que me hizo dudar de cómo me llamo, pero fundamentalmente por haberme hecho rehén de su terrorismo discursivo)
---------------------------------------
|